Por dónde empezar. El pasado sábado 23 de Agosto, la Huasteca se convirtió en un espectador más de uno de los más grandes eventos realizado por, de, y para la raza, en Nuevo León. Conforme se acercaba el día, se podía sentir la tensión y la ansiedad en todos los lugares; incluso en los rincónes más escondidos del estado, había gente que marcaba día tras día su calendario, esperando el número 23.

Por fin! Desde que me desperté, el cielo y el sol me saludaron de una manera diferente, más alegre, como diciéndome que todo iba a salir bien, había que dejarse llevar por la magia que solamente un lugar como la Huasteca puede ofrecer. Había amenazas de lluvia, había amenazas de un festival a lo Glastonboury, pero no fue así, sólo unas cuantas veces, una llovizna refrescante apareció en el Festival. En general, puedo decir que me encantó el Hellow Fest, y de seguro la mayoría de (si no es que todas) las personas que asistieron dirían lo mismo. Pero de las mejores recibidas por el público, resaltan: Sussie 4, Los Amigos Invisibles, Jumbo, Zoé, Plastilina Mosh y División Minúscula. Sin embargo, en lo personal, donde más disfruté, fue, sin duda alguna, en la ya tradicional fiesta de los 60 Tigres. Pusieron a bailar a más de uno, y más abajo están las pruebas de esto. Era realmente toda una fiesta, y no había quién los detuviera. Después y antes de ellos, hubo otras presentaciones que también disfruté mucho, como con Hello Seahorse! que también pusieron muy buen ambiente, con la Huasteca a nuestro alrededor y la dulce voz de Denisse a.k.a. Vanil´LA Face, o Los Dyanamite, que como siempre, son muy bien recibidos en tierras regias, y ese día no fue la excepción.

Como todo buen festival, hay anécdotas divertidas y únicas; en el caso de la primera edición del Hellow Fest fue el arco iris de vasos. Un vato se la paso juntando vasos de plástico Sol, y fue haciendo una torre enorme, hasta que poco a poco se fue encurvando, la gente se empezó a interesar y acercar, y lograron unir dos torres de vasos, para formar un arco. Inmediatamente todos los que estaban cerca de ahí (incluyéndome) se pusieron a bailar, brincar y gritar bajo el legendario "arco del triunfo"; lo más memorable, fue la cantidad de personas que se acercaron a bailar, mientras en el fondo se podía escuchar el cierre de Quiero Club! con Let da Music, y como si fuera un cd, inmediatamente que terminaron, Jumbo continúo con el espectáculo. La gente seguía feliz corriendo en círculos y esquivando los cientos de vasos que después de haberse destruído el arco, los ahí presentes, lanzaron como palomitas en el cine. No hubo heridas graves, sólo diversión y locura que van incluidas en la receta de cualquier buen festival.

No me queda más que felicitar a los organizadores por tan excelente evento, mandar un saludo a todos los que me encontré por ahí, y esperar a que la segunda edición del Hellow Fest me despierte de mi larga siesta.