A mí en lo personal me preocupa, pero me da mucha weba como los medios abordan esta problemática. Que si la culpa es de fulano o mengano o que si la solución es por aquí o por allá. WE-BA. Salvo alguna banda que si le sabe, todos los medios chinguen su madre! Yo siempre sostendré que el cambio se busca en el interior del pecho y no de una religión, asociación o político pendejo.
Por eso me dije a mi mismo, “carnal vámonos a desahogar lejos de aquí”. Y que mejor que con 3 conciertos que en lo personal esperaba con ansia: The Arcade Fire en Guadalajara, AIR en el Auditorio Nacional y Broken Social Scene en el Lunario del Auditorio.
Debo aclarar que este texto es una percepción personal de cada concierto y no un reporte de corresponsal que cubre eventos. Les comparto mi sentir nomás.
The Arcade Fire se presentó por primera vez en México este Octubre pasado, con 2 fechas solamente ya que como todos ustedes saben, cancelaron Monterrey por razones que ignoro pero que no eran suficientemente fuertes como para dejar de verlos solo por que no vendrían a mi ciudad. Me tuve que endeudar, pero como dice el dicho, lo bailado nadie me lo quita.
Fueron 2 conciertos, uno en el Palacio de los Deportes el día 13 con casi lleno total y el otro en el Teatro Estudio Cavaret de Guadalajara el 16, super abarrotado por cierto. Ah y también armaron en pocos días un 3er concierto en Guanajuato en un estadio de béisbol el 14 al que asistieron como mil personas. Todo esto en el marco del Festival Cervantino. Yo asistí al de Guadalajara por que ya tenía un antecedente del Estudio Cavaret sobre su capacidad y sobre los toquines que ahí solían armarse, un recinto para conciertos mas íntimos que masivos, además que el precio me permitía, si llegaba temprano, estar a pocos metros de la banda mas barato que si hubiera ido al DF. Entonces me pareció el lugar idóneo para ver a una de mis bandas favoritas en vivo. Creo que la última vez que había deseado tanto asistir a un concierto fue al de Smashing Pumpkins en la Arena Mty, mismo que también estuvo poca madre.
La idea principal para mí era cantar, bailar, gritar, llorar y desahogar mi pobre ser con sus versátiles canciones hasta reventar. Misión más que cumplida. De principio a fin fue el concierto del año para mi.
Nadie les abrió mas que un tipo que tocaba el saxofón de una manera extraña que lo hacia resonar con sonidos que parecía salir de un sintetizador que por momentos prendía a la gente pero que en general fue desafortunado por que el pobre terminaba cada intervención con apenas aire suficiente para decir “Thank you” y seguir vivo. De haberme parecido bueno o interesante les habría investigado mas, pero no.
Ya después de este bato llegó la oscuridad y los celulares y cámaras a todo lo que daban, por momentos gritos por que alguien venía al escenario, pero se apagaban al darnos cuenta de que era un técnico o alguien del staff. Creo que desde el principio se sintió un anhelo generalizado mas allá de lo normal por ver a la banda. Por conversaciones con extraños alrededor, me dí cuenta que había gente de muchas partes de México allí esa noche. Todos muy excitados y prestos, ansiosos de saber con que canción abrirían y cual vendría después y cual después y cual después.
Keep the car running fue la primera, super energética como el resto de la noche. Yo le había dicho a Kevin que tomaría algunas fotos pero debo de confesar que no soy de los que van a conciertos a tomar fotos, pero aquí les paso un video de youtube de dicho momento. Igualmente mejor decidí pasarles fotos tomadas por cámaras y manos mejores que con las que yo contaba esa noche.
Canción tras canción el público y la banda se fundían en líricas y sonidos.
Uno de los momentos mas emotivos, que fue muy similar tanto en DF como en GDL, fue la interpretación de “In the back seat” al final del concierto, donde el llanto quebró la voz de Régine en repetidos momentos de la canción contagiando a todos.
Al final de la noche fueron 20 tracks, 1 litro de sudor, lagrimas e inclusive abrazos. Y como si el “padre” Win Butler nos hubiera dicho “dense la paz”, nos la dimos, nos la dieron.
AIR en el Auditorio Nacional (21/10/10).
Este otro concierto que no podía perderme me dejó muy satisfecho también, fue uno de esos conciertos a los que llegas con muchas expectativas y que al final son rebasadas.
Si no me equivoco esta es la primera vez que esté dueto francés visitaba México y lo hicieron en el marco de uno de los momentos mas gachos de nuestra historia, un desmadre generalizado de violencia, desigualdad y corrupción. Y si se preguntan por que traigo esto a colación, pues es precisamente por que conciertos como este nos permiten tener un desahogo y respiro entre todo lo que sucede.
Con sonidos electrónicos super melódicos y tranquilizantes convirtieron el Auditorio Nacional en algo así como un bello jardín en primavera. No recuerdo un concierto en el que halla pasado la mayor parte con los ojos cerrados. El sonido era super nítido, casi perfecto aunque me hubiera gustado mas volumen en general.
Supuestamente este concierto que formaba parte de una gira para promocionar su último disco “Love 2” (2009) con el cual comenzaron con “Do the joy”, a la cual le siguió “Love” y en total tocaron 6 tracks de este material que en mi opinión, a pesar de no ser su mejor disco, fueron excelentes canciones en el momento indicado del concierto.
Sin embargo temas como Venus, Don´t be light, How does it make you feel?, Kelly watch the stars y Sexy boy fueron los mas ovacionados de la noche.
Fue un concierto que no duró ni hora y media pero fue muy completo, aunque cuando terminó todos nos quedamos deseando más, coreando el clásico “Otra! otra!” pero no se nos hizo. Igual creo que si hubieran tocado otra hora nos habríamos quedado queriendo más igual. Nunca tendremos suficiente AIR.
No dejen de verlos la próxima vez que nos dignen con su pulcra presencia.
Broken Social Scene en el Lunario (23/10/10).
Una amiga me dijo minutos antes de comenzar este concierto vía messenger: “pues ojala no termines quedándote dormido en el concierto”, argumentando que esta banda canadiense no es del todo de su agrado. Cosa que se respeta y es entendible, tan solo con saber que comenzaron a tocar años antes de que Arcade Fire lo hiciera y con más discos es su haber no han consolidado su carrera del modo como los dirigidos por el matrimonio Butler lo han logrado. Claro que también es bien sabido que la popularidad de una banda no es medida de su éxito o calidad. Sin embargo es una realidad que son una banda que está cada vez mas presente en la escena y en esta su segunda visita a tierras mexicanas nos brindaron un concierto lleno de energía, emotividad y sorpresas.
Se presentaron en el Lunario del Auditorio, que está a un constado del Auditorio Nacional y se utiliza para shows pequeños ya que su capacidad no es mucha. Creo que habíamos cerca de 2000 la noche del concierto. Hubo una banda abridora que aburrió a mas no poder haciéndonos esperar hasta cerca de las 10:30 pm para que Broken Social saliera y comenzaran con “KC accidental” prendiendo a todos los asistentes. Un dato interesante fue las repetidas ocasiones en las que Kevin Drew se apoyó de Andres de Chikita Violenta para dar mensajes al público entre varias de las canciones, mensajes que en general hablaban de agradecimiento y de la necesidad de hacer un cambio interior todos en este tiempo tan incierto. Chikita Violenta es una banda mexicana que desde sus inicios se ha visto cobijada por BSS hasta en la producción de sus discos y es también una banda que vale la pena escuchar.
Siguieron temas como “Forced to love” o “All to all” de su último disco y demas temas como un inesperado cover de Killing in the name of de Rage Against the machine, muy a su estilo y la intervención de Feist (antigua integrante del grupo) en varios temas y casi al final interpretando Intuition, de su autoria.
En general un gran concierto para los que gustamos de su música.
Sin mas ni mas les paso algunas fotos y el setlist para los fans.
PAZ.
Etiquetas: air, broken social scene., the arcade fire
PlayLive Caribou, Sónar 2010 from Playground // PlayTv on Vimeo.
PlayLive 2ManyDjs, Sónar 2010 from Playground // PlayTv on Vimeo.
PlayLive Bomba Estéreo, Sónar 2010 from Playground // PlayTv on Vimeo.
PlayLive LCD Sound System, Sónar 2010 from Playground // PlayTv on Vimeo.
A mi no me caga David Lynch, ni Wes Anderson ni mucho menos me cagan los hermanos Coen. Lo que si me super caga es que tanto a estos como a otros 20 directores de los últimos 20 años aprox. se les rinda un culto ridículamente excesivo, que dejan a los directores más innovadores, según yo, en un lugar de anonimato casi total. Y me refiero a directores tales como Abner Benaim, José Luis Guerín, Lynne Ramsay, los hermanos Dardenne ó la mismísima Lucrecia Martel, de quien analizaré su última película en este ensayo.
Este interesante grupo de realizadores no han hecho las historias mas bizarras o “cool” que a todos los amiguitos “hipsters” les gustaría ver, sino que han ido a lo más profundo que han podido del estudio fílmico, para mediante técnicas muy particulares de filmación, contar las historias mas necesarias en estos tiempos tan inciertos.
Curiosamente este grupo de directores a los que me refiero, no hacen cine para entretener, sino que en mi opinión lo hacen a manera de ejercicio de introspección. Como si en la noche después del trabajo llegáramos a nuestra casa y después de cenar nos paramos frente al espejo del baño por unos minutos y observamos al personaje frente a nosotros, y analizamos sus rasgos y comportamiento de ese y todos los días anteriores, nos enjuagamos la cara y apagamos la luz decepcionados y decididos. Algo así.
Debo señalar también que en mi pobre bagaje cinematográfico me eh dejado llevar por mis sentimientos y deseos mas que por los rankings y recomendaciones de “los que saben”. Por lo que soy muy celoso de un tipo de cine. Pero también veo lo demás curiosa e inconcientemente para seguir amando lo mío.
Ahora, refiriéndome a la directora en cuestión, Lucrecia Martel, comenzaré citando algo que encontré en Internet sobre su vida:
Lucrecia Martel nació en Salta, Argentina en 1966.
Pasó la adolescencia en su ciudad natal inventando películas que tenían por protagonistas a sus familiares. Al finalizar el secundario, se trasladó a Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Comunicación. Pero pronto volvió a su temprana vocación de cineasta. Así lo confirman los cortos El 56 (1988), Piso 24 (1989), Besos rojos (1991) y El rey muerto(1995). Su formación la llevó por la Esc. de Cine de Avellaneda, y el ENERC. El 1er. reconocimiento fue con su corto Rey Muerto, parte de Historias Breves I. Su primer largo, La Ciénaga, se llevó el premio a Mejor Opera Prima en el Fest. de Berlín 2001 y la impuso como la mayor promesa del Nuevo Cine Argentino. La niña santa, su penúltimo film, fue seleccionado para la competencia oficial del Fest. de Cannes 2004 y La Mujer Sin Cabeza, cu último largometraje, ha recibido también gran aceptación de la crítica internacional.
http://peliculas.itematika.com/biografia/d69/lucrecia-martel.html
Es importante mencionar que Lucrecia no estudió cine en las mejores escuelas europeas, ni en cuba con los mejores maestros de técnica fílmica, sino que desde temprana edad fue una inquieta de la imagen así como de las cosas que se esconden detrás de la cotidianidad de todos. Personalmente creo que es una de las cualidades mas importantes de los artistas que marcan época, que entienden que la mayor fuente de creatividad e innovación no está en el artista más reconocido de su época, sino dentro de ellos mismos, de buscar decir lo más importante como nadie lo ha dicho antes. Claro que no descarto la escuela y el estudio como plataforma de conocimiento igualmente importante.
Es así como Lucrecia logra en sus obras su objetivo de desmenuzamiento del alma al mostrarnos personajes con vidas ordinarias que se ven envueltos en problemas maritales, de familia, de trabajo, de autoestima, de asesinato, etcétera. Y mediante una peculiar técnica de filmación nos ayuda a entender el duelo interno que ellos viven en búsqueda de una salida.
Es aquí donde entra lo de “historias necesarias hoy en día” por que creo que el cine ha tenido funciones fundamentales a lo largo de la historia, nunca dejando de lado su carácter artístico, aunque algunos cuantos poderosos se han empeñado en echarlo a perder.
Cuando el cine surgió sirvió para documentar, después los artistas al tener juguete nuevo empezaron a embellecerlo dándole la función de obra artística enaltecedora y elitista. Después vino la etapa del entretenimiento, y ahora comienza la etapa del replanteamiento del lenguaje cinematográfico, un nuevo modo de contar historias que si no son realmente nuevas, por lo menos si es nueva la postura de franqueza y sencillez difícil de encontrar en esta época de tanta tecnología y basura en los medios.
Pero ¿Qué es lo que según yo hacen este tipo de directores para que merezcan un lugar en los libros de historia del cine?
Pues bien, en el libro “Mensajes icónicos de la cultura de masas” de Roman Gubern, específicamente en el capítulo “La articulación del lenguaje fílmico” encontramos lo siguiente al referirse al montaje en el espacio y tiempo de un film:
“Experiencias metódicas de proyección de películas en comunidades primitivas que desconocían el cinematógrafo han corroborado el carácter altamente convencional de su lenguaje y la necesidad de un aprendizaje para la correcta lectura de un film”.
“En efecto, la selección de espacios ópticos se opera en el hombre mediante el desplazamiento del cuerpo y la movilidad del cuello y de las órbitas oculares, y la selección de tiempos es una operación de elipsis utilizada tradicionalmente tanto en la narrativa oral como escrita, por razones de economía expresiva y de eficacia expositiva (cine comercial), y fundamentada a su vez en la discontinuidad y la selectividad de la memoria y del recuerdo humano” “que privilegian ciertos espacios-tiempos significativos, en detrimento de otras zonas intermedias de mayor pobreza significativa.”
En “La mujer sin cabeza” (2008), Lucrecia Martel decide tomar esas zonas intermedias de mayor pobreza significativa en el montaje convencional para enmarcarlas como el único punto referente para la visión del espectador. O sea que los planos en éste film se convierten en bellas fotografías individuales que decapitan a los personajes, que desenfocan al que habla, que siguen al personaje secundario o que exponen la excitación dentro de la mente de un personaje por su manera de mirar al otro. Un estilo que hasta los críticos mas renombrados han alabado.
La mujer sin cabeza es la historia de Verónica (María Onetto), una dentista que en un día normal manejando de regreso a casa, se distrae con el sonido de su celular y al buscarlo en su bolsa atropella algo. Esto le hace padecer un extraño estado mental de perdida de memoria e inestabilidad psicológica por la incertidumbre de no saber qué fue lo que realmente atropelló.
Esto la lleva a ausentarse por completo de la realidad en los siguientes días, a perder la cabeza.
La película esta poblada en su mayoría del silencio de Verónica y de las conversaciones ordinarias de sus familiares, que no parecen percatarse de la difícil situación dentro de la protagonista hasta que ésta decide confesar lo que para ella según sucedió.
Sin embargo estos momentos de inexpresividad en el rostro de Verónica parecen ser detonantes para que algunos otros de sus familiares o conocidos destapen sus verdaderas intenciones hacía ella, cosa que pareciera confundirla mas o hundirla un poco mas.
Grabada en su mayoría con cámara estática, acentúa el carácter serio y estético del filme así como la sensación de espectador y no de espía que comúnmente nos da la cámara en mano. Nos sentimos ajenos a sentir alguna compasión o lástima directamente por Verónica, tal vez por su actitud extraña y pocos detalles en la historia, o tal vez también por los desplazamientos de la cámara y el juego con el foco, centrándonos mas bien en la totalidad de la escena, intentando leer la mente de los que rodean a Verónica y finalmente esperando que algo suceda y conecte a todos los que aparecen a cuadro, no en una conversación sino en una voluntad. Es aquí donde el carácter existencialista y de introspección es logrado de manera rotunda.
Destaca también la magnífica fotografía de Bárbara Álvarez, sombría y elegantemente triste.
Esta nueva visión del cine no es única de Lucrecia Martel, varios directores no sólo en América sino en todo el mundo están realizando obras de propuesta similar, lo que nos lleva a pensar en una inquietud latente en las nuevas generaciones de cineastas, dejar de lado el refrito de historias y dejar de tirarle a Hollywood.
Creo que es importante dar pie a la mayor difusión de este tipo de trabajos por que en ellos no solo radica una forma asombrosa y bella de hacer cine, sino una nueva tesis sobre el verdadero origen de las problemáticas y soluciones sociales, el interior de la mente y corazón del ser humano.
Aquí el trailer que erroneamente la muestra como una película de suspenso pero que se los dejo para que puedan ver un poco mas de su estética y fotografía.
Saludos.